Lula criticó las predicciones de algunos sectores, que anticipaban un crecimiento del PIB de tan solo 1,5 por ciento.

Durante la inauguración de la nueva planta de celulosa de Suzano en Mato Grosso, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pronosticó un crecimiento económico del 4 por ciento para el año en curso, desafiando las previsiones pesimistas.

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Esta afirmación se basa en los datos oficiales publicados esta semana, que muestran un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,9 por ciento en el tercer trimestre del año respecto al trimestre anterior, y un crecimiento interanual del 3,1 puntos porcentuales.

Lula criticó las predicciones de algunos sectores del mercado, que anticipaban un crecimiento del PIB de tan solo 1,5 por ciento, asegurando que la economía brasileña crecerá un 3,5 por ciento, e incluso podría alcanzar el 4.

Destacó, además, el notable crecimiento económico de Brasil en comparación con la economía global.

Sin embargo, el presidente también condenó la presión de los mercados financieros por una reducción del déficit fiscal mediante la contención del gasto público.

Lula resaltó las nuevas inversiones productivas que, según él, impulsarán el crecimiento económico en los próximos años.

Asimismo, el mandatario instó a los empresarios a considerar a sus trabajadores como consumidores potenciales, argumentando que un aumento salarial impulsa el consumo interno.

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